“No desperdicien las oportunidades de crecimiento evolutivo del día a día”
Los seres humanos deben tener objetivos constructivos y progresistas en sus vidas y esforzarse para alcanzarlos mediante la voluntad, disciplina y perseverancia. Aquellos que no lo hacen corren el riesgo de no resistir a las atracciones puramente materialistas de este mundo.
La humanidad está en la Tierra como espíritus en evolución en posesión de un cuerpo físico en cada vivencia, obedeciendo a la ley evolutiva de las múltiples existencias, pero casi la totalidad de los seres humanos en el contexto mundial desconoce esta realidad de naturaleza trascendente.
Gran parte de la humanidad desconoce que el proceso evolutivo no es apenas un concepto teórico distante de las personas o por ellas inalcanzable, sino al contrario, pues la evolución está presente en todas las acciones de la vida cotidiana y, por eso deben ser moralmente integras y honradas, así como respetuosa, tolerante y comprensiva la manera de tratar a los semejantes.
Son los pensamientos bien vibrados y los sentimientos elevados que deben impulsar a los seres humanos en sus aspiraciones y realizaciones, porque esas virtudes espirituales muestran la forma de encarar la vida, con sus alegrías y tristezas. Las alegrías como resultado de los éxitos alcanzados y las tristezas como consecuencias de los reveses por los que pasan, a ser afrontarlos con serenidad y superados con firmeza y determinación.
La personas que estudian en forma reflexiva la espiritualidad defendida por el Racionalismo Cristiano en sus conceptos y principios, que incluyen las enseñanzas adquiridas en el acerbo evolutivo guardado en el subconsciente, comprenden los efectos de las trascendentes leyes evolutivas, en particular los de la ley de atracción y los de la ley de causa y efecto en el proceso de evolución espiritual de la humanidad.
Quien es espiritualmente esclarecido por el Racionalismo Cristiano aprovecha mucho mejor las enseñanzas que la propia vida proporciona en este mundo de escolaridad que es la Tierra, no esperando de los semejantes lo que ellos no pueden ofrecer, pues cada ser humano que compone el conjunto de millones de personas en evolución en el planeta, tienen limite de acción y alcance en lo que hace posible, respecto al nivel de crecimiento espiritual ya alcanzado.
Por lo tanto, todos deben comprender las decepciones que siempre surgen en las relaciones entre las personas y aprender a convivir con ellas, no juzgando a nadie por cualquier acto que practique y ni teniendo un exagerado arrepentimiento por algo mal hecho de modo inadvertido, sino entendiendo esos hechos existenciales e eliminando de la personalidad las actitudes equivocadas que son cometidas en este mundo de imperfecciones humanas, a fin de que no sean repetidas sen el futuro.
Siendo así, queden atentos para no desperdiciar las oportunidades de crecimiento evolutivo que la vida cotidiana ofrece utilizando los recursos espirituales que el Racionalismo Cristiano recomienda a todos los que estén interesados en tener conducta correcta y practicar el bien, así como dispuestos a valorizar a las familias, las amistades fraternales, las convivencias armónicas y las actividades honestas y productivas, que proporcionan la paz de espíritu que las personas tanto necesitan.
Traducción al español por Adelina González Bermúdez