Espíritus del Astral superior se sienten motivados a continuar el trabajo que hacen por el bien de la humanidad cuando observan personas portadoras de pensamientos elevados, que demuestran alto grado de abnegación, tolerancia y sensibilidad con los semejantes, sea por una palabra amiga, un buen consejo o un gesto de solidaridad. Al mostrar sentimientos positivos, despiertan en los demás el interés por la espiritualidad, sin nada esperar a cambio. ese bien tiene valor inestimable, no tiene precio, como se acostumbra oír. Cualquier acto de bondad contribuye para una humanidad mejor, y esa es la imagen del racionalista cristiano con convicción.
Por otro lado, hay individuos que conservan en lo íntimo sentimientos negativos. Desean el mal al prójimo, creyendo que pueden escapar a los efectos de sus actos. Si supiesen que el mal mayor que hacen es a sí mismos, accionarían de forma diferente, pues la ley evolutiva de causa y efecto es inmutable, libre, por tanto, de cualquier interferencia. Al tener sentimientos de odio, venganza, crean en torno de sí un pésimo ambiente astral, que propicia el aparecimiento de enfermedades físicas y perturbaciones psíquicas, generando preocupaciones, desavenencias, desórdenes y tantas otras máculas humanas observadas en su entorno.
Luego, el llamado mundo espiritual no puede ser ignorado por nadie. Las personas que no despiertan para la espiritualidad, que aun no se sensibilizan con el universo fenoménico que apunta para la existencia de partículas de la Inteligencia Universal en evolución, como son ellas mismas, están más sujetas a los efectos de los malos ambientes astrales en que viven y trabajan, particularmente las que poseen mayor sensibilidad, especialmente la mediúmnica.
La verdad de la vida espiritual que el Racionalismo Cristiano defiende y divulga no puede ser ignorada, y por eso, requiere estudio, para que los seres humanos no continúen a esperar por milagros que resuelvan sus problemas o a pedir perdón por faltas que cometen, porque milagro, perdón, destino, suerte y azar no existen, son invenciones humanas. Lo que no quiere decir que deban lamentarse o tener sentimiento de culpa por los males hechos, sino reconstruir en sus vidas en cada día, respetando la realidad de las leyes evolutivas.
Habrá momentos de rupturas pasajeras seguramente, pero nada que no pueda ser erguido con valor, coraje y sin pérdida de tiempo. La existencia en la Tierra es valiosa para el espíritu, pues la trayectoria evolutiva es lente y larga, no da saltos. Ningún espíritu sale de su mundo de estadio con nivel por encima del grado de la escala evolutiva adecuado a este mundo de escolaridad. A no ser que venga con la misión específica de despertar a la humanidad para el espiritualismo. Siendo así, los seres humanos deben de tener humildad. Todos los que están en la Tierra son imperfectos, tienen mucho para aprender y mejorar unos con los otros. Para eso, es preciso estudiar, tener auto conocimiento, observar su interior, reflexionar sobre sus actos. Los que sólo observan imperfecciones en terceros pierden la oportunidad de mejorarse, como hacen los que mantienen buenos pensamientos y sentimientos, los que siguen por el sendero recto del espiritualismo, donde regalía y discriminación, riqueza y pobreza, belleza y fealdad en el sentido figurado de las comparaciones, no son importantes ni siquiera necesarias, pues todos son iguales, difiriendo entre sí en cuanto al nivel de evolución espiritual.
Vale la pena seguir por el camino de la espiritualidad.
Antonio Cottas
Las personas que comparecen a las reuniones públicas de la Casa Jefe o de las filiales del Racionalismo Cristiano creen que no se les da la debida atención, porque nadie pregunta detalles de sus vidas personales. Algunos, al constatar que sus pensamientos no fueron captados por mediums en la mesa del estrado, como ocurrió con otras, también creen que las angustias por las que pasan no serán superadas.
Son pensamientos equivocados que los asistentes tienen, especialmente los que llegan por vez primera a nuestras Casas, inclusive a los Correspondientes del Racionalismo Cristiano, pues aun desconocen el método disciplinario utilizado durante los trabajos espiritualistas realizados.
Por estar ya formada una corriente fluídica fortísima, desde las irradiaciones preliminares que anteceden al acceso de las personas a las reuniones públicas, todas son beneficiadas apenas pasan las puertas, debido a la acción vibracional de las Fuerzas Superiores que coordinan los trabajos en campo astral, inclusive arrebatando de inmediato espíritus que acompañan a las que están psíquicamente perturbadas.
Los militantes – personas que prestan colaboración espontánea en las casas racionalistas cristianas y entran en contacto directo con el público – tienen por deber se educados y tratar a los asistentes de las reuniones públicas con urbanidad, consideración y delicadeza, limitándose, si es la primera vez, a preguntar su nombre y explicar los trabajos de que participarán y los beneficios que transcurren de esa participación, luego informando, si fuere el caso, que hay una atención personalizada, destinado a esclarecer dudas de tenor doctrinario y dar orientaciones de naturaleza espiritual.
Durante las reuniones públicas, los asistentes son invitados por los doctrinadores de la cabecera de la mesa de los estrados a leer los libros publicados por la Casa Jefe del Racionalismo Cristiano, pues el estudio de nuestra filosofía espiritualista hace con que la vida sea comprendida con mayor claridad. Los estudiosos de la espiritualidad pasan a entender los problemas por lo que pasan y a creer en la propia capacidad de resolverlos, al paso que los desconocedores de la vida fuera de la materia física creen que necesitan de alguien que los ayude a superar sus dificultades, como son por ellos vistos los presupuestos juzgadores divinos.
En nuestras Casas, los asistentes de las reuniones públicas son estimulados a colocar la fuerza de voluntad en acción, porque todos la poseen. Infelizmente, las personas no tienen conocimiento del poder que la fuerza de voluntad guarda como expresión de valor. Se juzgan débiles ante las dificultades que encuentran en lo cotidiano. Si pensasen y raciocinasen con claridad, descubrirían que la mayoría de las veces los problemas aumentaron porque no fueron resueltos cuando eran pequeños. Por falta de voluntad, van empujando sus amarguras para un lado y otro, porque no se conocen como espíritus en evolución, poseedores de atributos y facultades innatas capaces de todo resolver si accionados valientemente. De ahí que los problemas aumentan cada vez más, como avalancha de nieve montaña abajo.
Entonces, quien comparece por primera vez a las casas racionalistas cristianas debe prestar mucha atención a los trabajos realizados, a las orientaciones de los doctrinadores en respuesta a los pensamientos de los asistentes captados por mediums en la mesa de los estrados, a las manifestaciones de los presidentes astrales de cada Casa. Como los problemas abordados son muchas veces comunes a varias personas presentes, todo es tratado en tesis, sin nombrar a nadie, preservando el debido y necesario anonimato.
A medida que las personas se esclarezcan espiritualmente, ellas valorizan sus pensamientos, pasan a tener más confianza en ellas mismas, pues reconocen que pensamientos de debilidad acaban por atraer vibraciones negativas de igual tenor e intensidad, que tornan mayores los problemas enfrentados.
Por tanto, es importante que los asistentes participen de las reuniones públicas realizadas en nuestras Casas, si es posible con frecuencia, y pongan en práctica lo que oyen y estudian. Tendrán la satisfacción de constatar que el éxito llegó en sus vidas, porque pasaron a confiar en ellos mismos.
Humberto Rodrigues
Traducción al español por Adelina González Bermúdez