Nadie debe arrepentirse de lo que hace. Pero, para que no haya arrepentimientos, es necesario que el individuo coloque la inteligencia en acción, raciocine antes de hacer cualquier cosa.
Por ser una filosofía espiritualista esclarecedora, el Racionalismo Cristiano posibilita a los seres humanos tener vida más equilibrada cuando adoptan sus normas de conducta, porque no miden esfuerzos para colocar la fuerza de voluntad que poseen dirigida para la práctica del bien.
Se engañan las personas que practican malas acciones, que tienen malos pensamientos, al creer que esos procedimientos no traen consecuencias negativas para sí mismas. La ley evolutiva de causa y efecto ahí esta para mostrar que nada sucede que no sea resultante de algo realizado. Tarde o temprano el retorno se dará según su naturaleza. Es triste observar individuos que cometen faltas, ser alcanzados por sufrimientos morales, tornándose figuras cabizbajas al sentir en lo íntimo que erraron. Errar es humano, pero persistir en el error puede ocasionar desequilibrio síquico con el pasar del tiempo.
En las casas racionalistas cristianas se habla a los asistentes de las reuniones públicas lo que deben oír según nuestro entendimiento, para que aprendan la verdad espiritualista que el Racionalismo Cristiano defiende. No se engañen con las mentiras existenciales que le son impuestas, pues la mentira tiene piernas cortas, dice el dicho popular. Todo lo que es hecho de forma equivocada aparece, porque nada queda oculto a las leyes evolutivas. Por ser leyes transcendentales, son naturales e inmutables, y a ellas todos están sujetos.
Sea por necesidad de normalización síquica, por ser estudiosos de la espiritualidad o por haber despertado para ella en razón de curiosidad satisfecha al consultar los medios sociales del Racionalismo Cristiano, es importante que las personas que comparecen a las casas racionalistas cristianas evalúen las enseñanzas de nuestra filosofía de vida de manera racional, sin fanatismo, y lleguen a las propias conclusiones, pues el respeto al libre albedrío es uno de los pilares de la filosofía racionalista cristiana. El fanático no raciocina, es prepotente, cree que solo él tiene la razón, que solo su verdad debe prevalecer.
Aún, si los asistentes de reuniones públicas gustaren de lo que vieron y oyeron en el primer contacto que tuvieron con el Racionalismo Cristiano, sugerimos que no pierdan más tiempo para profundizarse en el estudio de la espiritualidad leyendo los libros publicados por nuestra Casa Jefe. Son esclarecimientos valiosos a ser guardados en la mente y puestos en práctica en lo cotidiano de la vida.
Aunque los asistentes queden fortalecidos al participar de las reuniones públicas, aunque a ellas comparezcan asiduamente y presten mucha atención en todo lo que en ellas ocurre, como son las consideraciones hechas en respuesta a los reflejos de pensamientos captados por médiums, es muy probable que ciertos esclarecimientos huyan de la memoria después del cerramiento de las reuniones, pues el día a día hace con que no recuerden de mucha cosa que escucharon. De ahí la sugestión para que lean los libros publicados especialmente la obra intitulada Racionalismo Cristiano, que encierra el contenido pormenorizado de nuestra filosofía espiritualista.
Estamos seguros de que, fortalecidos por el comparecer a las reuniones públicas y esclarecidos por la lectura de los libros, nuestros preciados asistentes irán espiritualizándose, que es el gran objetivo del Racionalismo Cristiano.
Antonio Cottas
Las orientaciones dadas en las casas racionalistas cristianas tienen la finalidad de estimular a las personas que en ellas entran. Son palabras apropiadas, para que lleguen a los oídos de los asistentes de las reuniones públicas, interiorizándose en lo íntimo de cada uno y hagan el papel de extraer las viejas raíces de conductas inadecuadas, muchas veces difíciles de ser extirpadas, o de cultivar las semillas de la espiritualidad, que germinarán con el fortalecimiento y el esclarecimiento proporcionados por las Fuerzas Superiores durante los trabajos realizados.
Los seres humanos entienden la vida a su modo, pues eso depende del grado de espiritualidad y del nivel de escolaridad que poseen. Todavía, las personas cuando llegan a nuestras Casas es porque algo las estimuló a eso hacer, y, así siendo, todas están aptas a oír y entender lo que escuchan, sea para resolver problemas existenciales, estudiar el aun oscuro mundo de lo trascendente o satisfacer la curiosidad.
El despertar para la espiritualidad y las orientaciones recibidas fundamentadas en las casas racionalistas cristianas, alentando a las personas para el auto conocimiento al absorber los fluidos fortalecedores esparcidos por el Astral Superior y oír con atención lo que es dicho durante los trabajos espiritualistas realizados. Dan un gran paso en la evolución al perfeccionar sus atributos y sus facultades espirituales, resolviendo con empeño personal y más fácilmente las situaciones difíciles por las que pasan.
Evitar la repetición de errores de existencias pasadas y retenidos en el cuerpo fluídico requiere impulso fuerte, para que sean eliminados cuando afloran del subconsciente en el día a día. Esa percepción es facilitada por la limpieza síquica siempre que ella sea antecedida por momento dirigido para la auto-reflexión. Esa práctica diaria también fortalece el dominio propio de las personas, haciendo con que no se impliquen con los semejantes en asuntos que no les corresponden.
Son orientaciones que ayudan a las personas a cumplir sus deberes con responsabilidad, porque pasan a tener consciencia de lo que son y precisan ser integradas al conjunto humano, para tener paz espiritual colectiva.
Pensando de esa forma encontrarán respuesta para sus problemas, pues los problemas de la vida requieren respuestas ponderadas, moderadas, valerosas y justas.
Humberto Rodrigues
Traducido al español por Adelina González Bermúdez