Lectura del mes – abril 2009

DOUTRINACIÓN DE LUIZ DE MATTOS

No hay nada como un día después del otro. Los días se suceden y lo que se hace de errado viene a la superficie. Aquellos que encubren, que esconden por tener culpas, pueden aguardar, porqué el tiempo se encarga de todo revelar.

En este mundo existen personas bien intencionadas, honestas, que proceden bien, pero hay otras que son malvadas, sagaces, expertas. En fin, en el mundo hay de todo. Lo principal es saber que todas están en la Tierra para cumplir deberes y rescatar faltas cometidas en existencias anteriores. Si por ventura aumentaren su deuda espiritual, cometiendo más errores, tendrán que rescatarlos.

Nadie escapa a la justicia mayor, que no pertenece al mundo físico, no es material. Es espiritual, y la justicia astral no falla. El juzgamiento de los hombres es sentencia una vez que otra, pero al propio juzgamiento espiritual nadie escapa. Quien hiciere el bien, a si lo estará haciendo. Por eso, es preciso que se esclarezcan espiritualmente, para saber como conducirse, como enfrentar los vendavales de la vida, como vencerse a si mismos, porque a veces tienen dentro de si un enemigo – el propio yo – que procura impedir que cumplan sus deberes, superando las dificultades.

El Racionalismo Cristiano viene hace muchos años luchando por el esclarecimiento espiritual de la humanidad. Sabemos que todavía habrá serias dificultades para que ese esclarecimiento sea amplio. Pero, no desanimaremos nunca, porque es necesario despertar a los seres humanos para el conocimiento de la vida fuera de la materia. Nuestra lucha es para que las personas se libren de las ilusiones, vivan con más lucidez, libertándose de si propios, de sus indecisiones, de la manera errada como encaran la vida.

Todos deben trabajar, para aprovechar bien el corto tiempo de una existencia. Hagan con que ese tiempo sea siempre útil, porque venir a este mundo marcar paso, sin nada hacer en beneficio propio y del semejante, significa desperdiciar oportunidad preciosa. Los que por este mundo pasan deben tener la conciencia del deber cumplido, en el final de la jornada. Por lo tanto, sepan encarar la vida con inteligencia. No pierdan la oportunidad de hacer algo por su evolución espiritual.

 

 

DOCTRINACIÓN DE ANTONIO COTTAS

El ser que camina con valor y coraje solamente atrae el bien, distribuyéndolo a los semejantes. Las personas que tienen fuerza interior no se desalientan, no se dejan llevar por influencias maléficas de espíritus inferiores. Cuando se predispone, en su mundo de origen, a venir para éste, el espíritu se preparó con ánimo fuerte para enfrentar las dificultades del vivir. Así siendo, nadie debe desviarse de la ruta que trazó.

Los errores cometidos por muchos seres humanos podrían ser evitados. Si tuviesen conocimiento del poder del pensamiento vivirían con más cuidado, prevenidos, para no dejarse dominar por espíritus capaces de inducir a los incautos para el mal. Como todos precisan saber, la influencia del astral inferior existe. En la atmósfera fluídica de la Tierra, se cruzan corrientes de pensamientos buenos y malos continuamente. Las personas que emiten pensamientos errados dan oportunidad para los espíritus inferiores accionar a su bello placer. Eso no sucede a las que saben defenderse con pensamientos elevados y disciplina, caminando con seguridad.

No queda duda que los seres humanos están sujetos a errores en este mundo, sabemos de eso. Son felices los que procuran no repetir lo que hicieren de errado en el pasado, concientes de cuanto padecieron al ser dominados por el astral inferior. Pero, están los que yerran, continúan errando siempre y jamás oyen el grito de la conciencia. Son permanentes vasallos del astral inferior: cuanto más yerran, cuanto más perjudican al semejante, más se juzgan llenos de razón. Irán despertar sólo con el tiempo, a través de múltiplas existencias.

Así siendo, como seres espiritualmente esclarecidos, procuren mantenerse lúcidos y atentos, concientes de sus deberes. Prevénganse de los ataques del astral inferior, que está al acecho, en busca de una presa fácil para envolver en su trama. Cuando el ser humano cae en ella, es difícil desprenderse, sufriendo daños de penosa recuperación. Caminen entonces con seguridad, sigan las orientaciones que oyen y leen, y no tendrán de que arrepentirse más tarde.

 

Traducción al español por Adelina González