Lectura del Mes – Diciembre 2019

Mucha gente vive por cuenta del pasado, recordando apenas de las cosas negativas que les sucedió, de los acontecimientos que provocaron disgustos y contrariedades. No estamos diciendo que no se deba recordar el pasado, pero es mejor reavivar la memoria al recordar las cosas buenas que ocurrieron, recordar los hechos que trajeron amarguras y desilusiones, solo atraerán más sufrimientos para ellas mismas.

Procuren pensar en el día de mañana de forma positiva, aunque hoy haya sido un día de buenas realizaciones. Dice el dicho que “el día de mañana a Dios pertenece”, pero no! El día de mañana depende del tipo de pensamiento vibrado: si se acostaren en la noche para el necesario sueño fortalecedor a pensar que el día siguiente será malo, pueden estar seguros de que les sucederá durante la jornada venidera todo lo que en sus camas imaginaren de malo, sin recobrar, inclusive, la energía física y espiritual pretendida, pues el espíritu y su cuerpo fluídico no conseguirán traspasar las camadas más densas de la atmósfera fluídica de la Tierra, dejando de recuperar el vigor anímico gastado en el día que pasó.

El Racionalismo Cristiano existe para enseñar a las personas a pensar, a raciocinar, a tener fuerza de voluntad dirigida para la práctica del bien, no llevando adelante cosas innecesarias a la lucha del día a día.

Nadie está en este mundo para vivir sólo de placeres, pues, cuantas y cuantas veces, disgustos se presentan a los individuos incautos. Las enseñanzas de la filosofía racionalista cristiana dan coraje a los frecuentadores atentos, para que enfrenten y venzan sus luchas cotidianas, convictos de que el día de mañana será mucho mejor de lo que fue el día de hoy.

Las Fuerzas Superiores trabajan intensamente en campo astral, queriendo que los seres humanos progresen materialmente y evolucionen espiritualmente en el plano físico. Son felices las personas que tienen visión mas espiritualizada de la vida, pues ellas prosperan en términos materiales evaluando las oportunidades que traen simultáneamente crecimiento espiritual.

Se percibe claramente que está muy difícil para muchos pueblos convivir en armonía, pues sus gobernantes no se entienden. Cuál es el por qué de eso? Falta de espiritualidad, que genera las ambiciones desmedidas sobre aquellos con mayores recursos y el descaso en relación a los menos favorecidos. Luego, no dejen que la ambición, envidia o el poco caso tomen cuenta de sus almas. Procuren irradiar a las Fuerzas Superiores, no a pedir protección, sino elevando los pensamientos, pues cuando bien irradiados, alcanzan los campos superiores de la espiritualidad, de ellos recibiendo las intuiciones que necesitan.

Se habla en las casas racionalistas cristianas que no basta comparecer a ellas. Nada adelanta, ni mismo a los asistentes más asiduos a las reuniones públicas, si no hubiere interés en entender lo que el Racionalismo Cristiano propone a los estudiosos de la espiritualidad y a los necesitados de apoyo espiritual recuperador. El Racionalismo Cristiano fortalece y esclarece a las personas, sea mediante la asistencia a nuestras Casas y la atención personalizada al público, a la lectura de los libros publicados por la Casa Jefe y del periódico La Razón o la participación en los medios sociales propios, siempre con el mismo propósito: la espiritualización de los seres humanos.

Entonces, guarden bien estas palabras, principalmente los asistentes primarios y los que se inician y participan de reuniones públicas, porque estarán beneficiándose y beneficiando a sus familias. Aprenderán a vivir con tranquilidad y fuerza espiritual, para vencer las luchas cotidianas con grandeza de alma.

Antonio Cottas

 

El Racionalismo Cristiano ofrece elementos de convicción para las personas que buscan el conocimiento de la espiritualidad, que procuran entender su importancia en el contexto de la vida. Con el estudio de la espiritualidad, luego perciben que las leyes evolutivas están siempre presentes en lo cotidiano.

Los individuos que desconocen la importancia de las leyes evolutivas naturales e inmutables también no entienden las ansiedades por las que pasan y que tanto los inquietan y angustian. Por no conocerse como Principio Inteligente y Materia, o sea, por ignorar su composición astral y física como individualidades conscientes, no valorizan el pensamiento positivo y su benéfica fuerza de atracción, que siempre produce algo en favor del éxito personal y de las personas que lo circundan.

Si las personas no tienen conocimiento de la vida espiritual,cual seríala importancia de saber todo lo que se refiere a la espiritualidad?

Tendrían la respuesta al indagarsea sí mismas de lo que hacen en este mundo físico o el por que tienen vivencias con tantos problemas, no sólo los propiostambiénel de los familiares y de los semejantes. Como aun no encuentran explicaciones adecuadas, ellas sufren al juzgarse incapaces de resolver sus conflictos, tanto en el aspecto espiritual cuanto en lo material. Surge de ahí la importancia del estudio de la espiritualidad, sobre todo cuando el teatro de la vida sólo muestra escenarios negativos, pero que pueden ser mejorados por el poder del pensamiento positivo y el uso correcto del libre albedrío y de las leyes evolutivas, como propone el camino racionalista cristiano.

Es fundamental que los seres humanos reconozcan la importancia de cada uno en el contexto de la vida. Tener pensamientos en sintonía con las vibraciones de bienestar proporcionado porunabuena salud física, resolver sus problemas de la mejor forma posible o ver a los semejantes felices,son aspiraciones que necesitan de fortalecimiento espiritual.

Pero como pueden quedar espiritualmente fuertes y físicamentesaludables? Frecuentando con asiduidad las reuniones públicas de las casas racionalistas cristianas y esclareciéndose mediante los consejos de los presidentes astrales, las explanaciones de los orientaciones espirituales y la lectura de los libros publicados por la Sede Mundial del Racionalismo Cristiano, pero con la voluntad de aprender lo que revela el contenido de las obras consultadas, no con una lectura rápida, sino con atención y criterio, que les posibilitan a reflexionar sobre lo que están leyendo y motiven a la auto reflexión, de gran valor para las personas en la investigación sistemática de sí mismas.

Humberto Rodrigues