Lectura del mes – febrero 2006

Es de gran importancia que las personas sepan que las experiencias vividas en este mundo no se pierden, que todo deben comprender dentro de la razón y del buen sentido.

Mucho se ha hablado para el esclarecimiento de la humanidad, y las palabras permanecen haciendo eco por el mundo. Entonces, cuanto mas se habla mas el eco de la espiritualidad se hará sentir por el espacio, para que los seres humanos se remodelen, procurando pensar con elevación, pues en lo íntimo están ansiosos por encontrar algo que les sirva como lenitivo. Ese algo es el Racionalismo Cristiano, que no dejará de decir la Verdad sobre la vida espiritual, para que todos se sientan tal cual debe ser sentida, a través de los sentimientos superiores que los seres humanos normales poseen. Mantener pensamientos elevados tiene gran valor, y mucho se ha hecho mediante pensamientos afines, porque la irradiación del Astral Superior llega lejos.

Es importante que procuren reeducarse en el día a día, pues en la atmósfera están siempre vibrando pensamientos inferiores, emitidos por seres infelices, para que haya discordancia, animosidad. Los sentimientos inferiores contribuyen para la formación de malos ambientes, donde siempre habrá una persona descontenta, alguien infeliz, que va servir de instrumento para espíritus inferiores.

La causa de muchas infelicidades, de muchas desgracias que suceden en este mundo se debe a la falta de esclarecimiento de las personas, por no conocerse como Fuerza y Materia. Dentro de los Principios de esta bella Doctrina hay mucho que estudiar, y así será siempre, porque no tendrá fin el esclarecimiento que la Doctrina proporciona.

Todos los días nacen niños; son espíritus que encarnan, y su formación requiere ser bien cuidada. Desde temprano, la vida espiritual debe ser tomada a serio, para que la educación sea perfecta.

Es necesario saber vivir, porque, cuando los seres se dejan engañar, se dejan llevar por malos pensamientos, se tornan criaturas infelices, que descienden a los últimos peldaños de la vida, llegando al lodazal. Por eso, no se desvíen del camino de la dignidad. Todos precisan tener coraje para vencer. Cuando el espíritu es envuelto por sentimientos de flaqueza, no sabiendo dominarse, sufrirá las consecuencias del avasallamiento.

Siempre repetimos que el sufrimiento acompaña a los seres ignorantes de la espiritualidad. Es el sufrimiento que los despierta, es el sufrimiento que los encoraja cuando procuran vencer las dificultades, no dejándose dominar por ellas. Así siendo, procuren comprender la razón de ser de tan bella Doctrina. Solo el esclarecimiento espiritual valoriza al ser humano en la Tierra.

Sabiendo defenderse y cumpliendo sus deberes condignamente, todos evolucionan. El desequilibrio en que vive gran parte de la humanidad resulta de la falta de espiritualidad. Procuren, pues, comprender la Doctrina, repetimos, tengan pensamientos valerosos, y serán suficientemente corajosos para cargar con las responsabilidades que la vida impone. Si los sufrimientos hacen parte de la vida de las personas, el Racionalismo Cristiano esclarece que pueden amenizarlos, teniendo siempre pensamientos de valor.

Por todo eso, procuren sentir en lo íntimo la irradiación superior que beneficia a los que vienen a las casas Racionalistas Cristianas.

Luiz de Mattos

 

 

El desconocimiento de sí mismos, la ignorancia sobre la vida fuera de la materia, genera conflictos interiores, crea dudas y trae preocupaciones a los seres humanos en su vivir.

Los que se dedican al estudio de una Doctrina grandiosa, como es el Racionalismo Cristiano, encaran las intemperies de la vida con resignación, siempre con ánimo fuerte, para enfrentar los problemas cuando llegan, muchas veces de sorpresa. No vamos a decir con eso que el ser esclarecido no sufre. Sufre hasta más que los ignorantes de la Verdad sobre la vida espiritual, porque, generalmente, el ignorante no sabe por que sufre. Se rebela, crea situaciones difíciles en su alrededor, y no se detiene para pensar, ni siquiera un segundo, en el porqué de los problemas que le suceden.

Con el ser esclarecido no ocurre lo mismo, pues sabe que este mundo es un planeta escuela, para los espíritus encarnar y sufren por los errores cometidos. Aun sufriendo en razón de errores del pasado, los esclarecidos espiritualmente enfrentan las dificultades, caminan siempre para delante, sin mirar para atrás, procurando, en la medida de lo posible amenizar dolores, aliviar sufrimientos, con resignación y coraje. Para eso, enseñamos al ser humano en nuestras Casas que, cuanto mayor fuere el respecto a si mismo y al semejante, cuanto mas disciplinado fuere, cuanto mas se dedicare al trabajo, sin grandes apegos a las cosas efímeras de la Tierra, mejor será, porque vivirá con mas tranquilidad.

Así siendo, trabajen, economicen, luchen por su seguridad, luchen por su bien estar, pues son deberes del ser encarnado, se trata de su vida material. En cuanto a la vida espiritual, esa debe ser encarada con seriedad, con gran confianza en si mismos, con desprendimiento, con valor. Solo de esa forma el vivir en este mundo, sujeto a tantas incertezas, se tornará más leve, más fácil.

Para la persona ser feliz, para tener la felicidad relativa a que se hace merecedor, como repetimos siempre, no es necesario poseer grandes fortunas materiales. Mismo con poco, sabiendo conciliar las dos vidas –la material y la espiritual- ella se torna alegre y satisfecha, a medida que progresa materialmente.

Es importante que mediten sobre lo que precisan hacer, para que haya eficiencia en sus realizaciones. Después del error, se torna más difícil volver al punto de partida. Jamás el ser humano debe retroceder, y ni parar. La meta es caminar siempre en delante, luchando con denuedo, para que su esfuerzo resulte en provecho para si y para aquellos que lo cercan.

Trabajar, todos trabajan; luchar, todos luchan. Algunos viven volcados para el mal, lo que significa una lucha errónea, perdida. Esos tendrán que evolucionar sin duda, sin embargo la regeneración demorará mucho. Quedamos con los que luchan volcados para el bien, que trabajan con el deseo ardiente de vencer en la vida con honradez.

Si para unos, o si para muchos, la vida en el planeta es difícil, para algunos está óptima -como dicen- porque no piensan en el mañana; viven el presente, poco importándose con lo que les sucederá en el futuro, Son pocos los que viven de forma decente, digna, preparando el futuro en el presente, siempre con el deseo de beneficiar, no solo a sí mismo, como a toda la humanidad. Los que prestan servicios a la Doctrina son algunos de ellos; luchan, muchas veces sacrifican hasta la vida material, para estar presentes en los trabajos que se realizan en nuestras casas. Para esos, irradiamos siempre, deseando que se esclarezcan cada vez más, porque cuando mayor fuere el esclarecimiento mejor será su participación. Los que vienen a asistir a las Sesiones Públicas de Limpieza Psíquica en búsqueda de lenitivo para sus males, para disipar dudas, para obtener mejoras de perturbaciones de la  mente, siempre son beneficiados, Los auxiliares de la Doctrina todo hace para que sus asistentes vuelvan a sus hogares mas livianos espiritualmente, más satisfechos, con mayor disposición para luchar y vencer.

Mediten sobre esos consejos, que sabemos útiles y necesarios.

Antonio Cottas