Lectura del mes – febrero 2015

Cuando el ser humano pasa por un abatimiento moral, es hora de mirar para adelante y procurar en el esclarecimiento los porqués de la existencia. Es una buena hora para reconstruir la vida, encauzarse por un nuevo camino, dejando para atrás lo acontecido de malo. Importa guardar en lo íntimo apenas lo que podrá ser beneficioso en el futuro, que son los conocimientos, los frutos maduros recogidos del árbol de la experiencia.

Las casas racionalistas cristianas son escuelas espiritualistas que enseñan a los asistentes de las reuniones públicas a caminar por el sendero de la evolución, a vivir con dignidad, sobreponiéndose a los problemas cotidianos por el esclarecimiento, enfrentándolos con valor y coraje.

La vida es una experiencia maravillosa para el espíritu, cuando la persona sabe lo que vino hacer en la Tierra, colocándose por encima de las miserias humanas y dirigiendo el vivir para la práctica del bien. Con pensamientos elevados, busca la inspiración pura y cristalina que viene de las altas esferas de la espiritualidad. Espíritus iluminados que durante la vida física conquistaron grados evolutivos elevados hoy trabajan en campo astral, ayudando a quien sabe atraerlos con intuiciones útiles y fluidos benéficos, verdaderos bálsamos fortalecedores para los seres abatidos.

Aprendan como tener pensamientos dirigidos para la práctica del bien, para el encuentro del amor fraternal, por un mañana mejor que el pasado. Construyan sus vidas con la argamasa de la espiritualidad.

El Racionalismo Cristiano es un código de conducta dirigido para la evolución espiritual de la humanidad. Por lo tanto, comparecer a una casa racionalista cristiana es una bella oportunidad para la persona espiritualizarse. Quien sabe aprovecharla, con certeza conseguirá los beneficios necesarios para librarse de lo que pasó y emprender esfuerzos en el sentido de una vida futura mejor, llena de realizaciones.

Antonio Cottas

 

 

¿Tendrá el Racionalismo Cristiano una forma de vida para todas las personas? ¿Será una filosofía espiritualista por encima de las demás, verdadera supremacía en sabiduría, capaz de ofrecer un modelo de persona talentosa a los asistentes de las reuniones públicas realizadas en las casas racionalistas cristianas? Claro que no. No es lo que propone la Doctrina a quien procura sus Casas y a los estudiosos del espiritualismo.

Analicen lo que ocurre durante una reunión pública: pensamientos emitidos por los asistentes, narrando problemas de naturaleza síquica; manifestaciones de espíritus desencarnados, exponiendo angustias y  ansias que los detienen en la atmósfera fluídica de la Tierra. Todo es captado por médiums disciplinados y asistidos por las Fuerzas Superiores, dentro de una corriente fluídica organizada `por ellas. Para cada reflejo transmitido por el médium, hay un comentario del doctrinador en la cabecera de la mesa de trabajo, que esclarece y orienta al público.

Son muchas las vivencias que se presentan en las reuniones públicas, no habiendo una solución que resuelva todos los problemas humanos. El Racionalismo Cristiano propone caminos que llevan a las personas al crecimiento espiritual, para que puedan preparar las propias vidas.

Si, afirmamos: preparar las propias vidas. ¿Qué quiere decir eso?- que la preparación de la vida comienza por el esclarecimiento espiritual. Es necesario saber las verdades espiritualistas sustentadas por el Racionalismo Cristiano, como por ejemplo, que el espíritu es una emanación de la Inteligencia Universal, siendo, por tanto, eterno. El ser humano en evolución en la Tierra es compuesto por el binomio Principio Inteligente y Materia, tanto densa cuanto fluídica; espíritu, cuerpo fluídico y cuerpo físico-, y está sujeto a las leyes evolutivas, que son naturales e inmutables. También es necesario saber que el pensamiento, siendo vibración del espíritu, se torna el gran instrumento que el individuo tiene para expandir la conciencia de sí mismo, de modo a no ultrapasar sus posibilidades.

En posesión de esas enseñanzas y de otras tantas que la Doctrina explana, es posible conquistar la felicidad que todos anhelan en sus vidas. Tener familia bien estructurada, trabajo satisfactorio y amigos en que se pueda confiar son posibilidades abiertas por el amplio abanico de la espiritualidad.

Preocuparse en exceso con ciertos problemas que aparecen en el día a día, creyendo que son imposibles de ser resueltos, es un engaño que muchos individuos cometen.  Preparados por el esclarecimiento que la Doctrina proporciona, todos pueden tener las cuestiones del vivir terreno bien resueltas. El Racionalismo Cristiano no tiene una fórmula de vida pronta para nadie, porque los seres humanos están en diferentes grados evolutivos, cada uno entiende las enseñanzas de acuerdo con su momento evolutivo. Poniéndolos en práctica y conforme al uso que hagan de su voluntad, cuando bien ejercitada, se conducirán siempre  a la victoria.

¿Cuáles son las iniciativas tomadas en las casas racionalistas cristianas al recibir personas sufridoras de naturaleza espiritual? Además de los libros disponibles, ellas son invitadas a exponer sus problemas y sus dudas en la atención personalizada al público, así como son dadas las informaciones necesarias por los doctrinadores, para que accionen conforme las convicciones que resultan del esclarecimiento espiritual alcanzado. La lucha que emprenden en la Tierra no es con los semejantes sino con la propia vida que llevan, con lo que está en lo íntimo y las atormenta. Son los pensamientos y sentimientos negativos a ser combatidos y cambiados por pensamientos enriquecidos por buenas acciones y sentimientos apoyados en las más altas cualidades morales, que se armonizan con el Todo universal y traen paz interior.

En pocas palabras,  mostramos que el Racionalismo Cristiano tiene como objetivo: ayudar a los seres humanos, para que se ayuden a sí mismos, ayuden a los semejantes, ayuden a la humanidad. Todos precisan unos de otros en el camino evolutivo que la vida terrena presenta con desafíos, alegrías y tristezas. Basta que den los primeros pasos rumbo a la espiritualidad, para alcanzar al final del camino lo que realmente tiene valor: dejar el plano físico rumbo al campo astral a glorificar las propias conquistas.

Humberto Rodrigues

 

Traducido al español por Adelina González Bermúdez.