“RC nos da una vida enfocada al crecimiento espiritual”
La diferencia entre espiritualidad y espiritismo es muy clara según la propia definición de los términos Espiritualismo es la doctrina que reconoce, ya sea en cuanto a los fenómenos naturales, ya sea en cuanto a los valores morales, la independencia y superioridad del espíritu con relación a cualquier circunstancia de naturaleza material, en cuanto espiritismo es creencia de la sobre-vivencia del alma y de la existencia de comunicación, por medio de la mediumnidad, entre vivos y muertos, de espíritus encarnados y desencarnados.
Se percibe claramente, conforme dijimos, que el significado de espiritismo es de naturaleza materialista, tiene aspecto místico y religioso, mientras que la del espiritualismo involucra los hechos trascendentes de la vida de las personas, alcanza sus pensamientos y sentimientos, sus acciones y omisiones, porque todos los seres humanos son espíritus en posesión de un cuerpo físico en cada vivencia, en un continuo proceso evolutivo de muchas existencias mediante el perfeccionamiento de virtudes y la eliminación de los defectos.
Por eso, no hay como confundir espiritismo con espiritualismo, notablemente el espiritualismo auténtico defendido por el Racionalismo Cristiano, así como divulgado y practicado en su Sede Mundial y en las demás casas racionalistas cristianas en el ámbito mundial bajo la diáfana asistencia astral procedente de espíritus de los campos superiores de evolución, que irradian a los seres humanos el fortalecimiento y el esclarecimiento necesarios para que alcancen una clara condición espiritual que facilite el vivir cotidiano con los pies en la tierra, distantes, por lo tanto de las prácticas del espiritismo, visto que son realizadas exclusivamente a la sombra de las densas influencias fluídicas existentes en plano físico.
Siendo así, es muy importante que las personas estudien el espiritualismo contenido en los conceptos y principios racionalistas cristianos, porque tenemos certeza de que mucho aprenderán, inclusive a percibir, en esas enseñanzas, lo que deben cambiar en sus vidas, a fin de confiar más en sí mismas, solucionar sus problemas con mayor capacidad, teniendo pleno éxito en sus conquistas.
Traducido al español por Adelina González Bermúdez