Lectura del Mes – Febrero 2022

Es en las dificultades que el ser muestra su valor

            El ser humano es una emanación de la Inteligencia Universal, un espíritu en evolución en el planeta escuela Tierra en posesión de un cuerpo físico. Ya dispone de la facultad espiritual del libre albedrío. Es capaz, por lo tanto, de hacer elecciones y responsabilizarse por ellas.

            Sus pensamientos y sentimientos, sus acciones y actitudes están directamente ligados a su modo de vivir e influencian a las personas a su alrededor, estén ellas en el medio familiar, en el ambiente de trabajo o en la sociedad en general.

            Cuando las personas tienen comportamiento correcto y honrado, son fraternas y solidarias con los semejantes, ciertamente están ligadas a las corrientes vibracionales formadas en los campos superiores de la espiritualidad. Con esa asistencia astral positiva saben como conducirse en la vida.

            Por otro lado, los seres humanos movidos por pensamientos maléficos o derrotistas y por sentimientos de odio, venganza o de envidia están seguramente insertados en los campos vibracionales negativos existentes en la atmósfera fluídica de la Tierra, perjudiciales no solo a sí mismos, sino a todos con quienes conviven.

            De manera general, los seres humanos se atormentan ante las adversidades por las que pasan, ante todo lo que le es desconocido y amenazador, por ejemplo  la  pandemia en curso. Sin embargo, los momentos de dificultades son los más adecuados para que las personas muestren su real valor al  recurrir a los recursos que poseen, como son los atributos y las facultades espirituales, así como el aprendizaje acumulado en el subconsciente a lo largo de las múltiples existencias.

            No obstante, existe belleza trascendente en la superación de las dificultades, pues ella exige empeño, dedicación y renuncia. Los sufrimientos no son eternos, desde que las personas confíen en la fuerza interior que poseen, en la capacidad de reaccionar a lo que es problemático.

            Las Fuerzas Superiores trabajan permanentemente para mejorar las condiciones de vida de los seres humanos en la Tierra. Las personas que ya poseen conocimiento intelectual y esclarecimiento espiritual colocados al servicio de la humanidad se enfrentan ante los complicados problemas del vivir cotidiano valiéndose de la ciencia y de la tecnología, a fin de encontrar soluciones adecuadas para cada caso en el auxilio que prestan a la colectividad.

            Por lo tanto, todos deben saber que en la vida todo pasa. Manteniendo el equilibrio psíquico y la salud física, encontrarán en las enseñanzas racionalistas cristianas las soluciones apropiadas para sus problemas.

Traducido al español por Adelina González Bermúdez