Lectura del Mes – Noviembre 2023

“Usted no es sólo lo que ve en el espejo; es emanación de la Inteligencia Universal”

Todavía queda un largo camino por recorrer para que la humanidad alcance el esclarecimiento espiritual. Los seres humanos en general están intensamente ligados a los placeres pasajeros proporcionados por el materialismo. Por desconocer que son espíritus en evolución en posesión de un cuerpo físico en la existencia en curso y por eso, sujetos a las leyes trascendentales que rigen el Todo Universal, fundamentalmente la ley de atracción y la ley de causa y efecto, al tener pensamientos negativos, demuestran sentimientos inferiores, adquieren vicios físicos y morales al dar expansión a sus impulsos puramente instintivos. Cometen errores y más errores, que retardan la marcha de la evolución y sólo hacen crecer los llamados débitos espirituales, de serias consecuencias y a ser rescatados, en su mayoría, en las existencias futuras.

Por el desconocimiento de la espiritualidad, las personas pierden la confianza en sí mismas al no estar preparadas para enfrentar las propias dificultades. Es común culpar a a los semejantes por los problemas por los que pasan o pedir ayuda a las divinidades para resolverlas. Por no percibir su esencia espiritual, creen que son apenas el cuerpo que ven
en el espejo y no la delicada máquina orgánica concebida por la Inteligencia Universal y utilizada por sus espíritus para interaccionar unos con los otros en busca de lo vinieron hacer en el mundo de escolaridad Tierra, que es un curso de crecimiento evolutivo con varias disciplinas a ser estudiadas y aprendidas en el transcurrir de muchas existencias.

Resulta que es común que los seres humanos descuidados y desatentos repitan las lecciones del curso evolutivo que cada uno planificó en su respectivo campo de estadio espiritual al vivir de apariencias en este plano físico, creyendo que la ostentación es algo importante en la vida cuando muestran a los otros todo lo que ya conquistaron, sea del punto de vida social, económico, financiero o mismo intelectual. En esa línea de vida tortuosa y superflua, alimentan vanidades, se tornan prepotentes, arbitrarios y arrogantes, perdiendo precioso tiempo en su caminar evolutivo, que deja de ser rectilíneo y útil, al alejarse totalmente de sus objetivos espirituales.

Entonces, despierten para la espiritualidad! Repetimos insistentemente que todos los seres humanos son emanaciones de la Inteligencia Universal, o sea, son espíritus en evolución en posesión de un cuerpo físico con valiosos atributos, como la inteligencia, el raciocinio, el dominio propio, capacidad creativa y voluntad, así como preguntamos repetidamente: ¿cual sería el objetivo de existir si no fuese el de enfrentar los desafíos de la vida y vencerlos adecuadamente?

Sepan que los sufrimientos existen cuando son contrariadas las leyes evolutivas en el transcurso de la vida. Pero, ninguno es insuperable, pues ellos pueden ser superados con determinación cuando hay fortalecimiento espiritual. Para eso, es necesario hacer de la limpieza psíquica un hábito diario en los hogares, en ambientes aislados y tranquilos,
que posibiliten una perfecta concentración de pensamientos dirigidos exclusivamente para el significado de las palabras que componen las irradiaciones, a fin de que también haya una perfecta conexión con los campos superiores de la espiritualidad y el recibimiento de los fluidos fortalecedores de las Fuerzas Superiores.

Los seres humanos tienen los recursos espirituales que necesitan para la solución de los problemas de la vida, utilizando esa fuerza interior, conquistada en múltiples existencias y guardada en el subconsciente, siempre que sea necesario. Por lo tanto, tengan pensamientos fuertes y elevados, disciplinen el vivir, dirijan el libre albedrío para la práctica del bien e integrarán los campos vibracionales positivos y se beneficiarán de las potentes, seguras y benéficas corrientes por ellos formadas a recorrer por la atmósfera fluídica de la Tierra en todas las direcciones.

Traducido al español por Adelina González Bermúdez