Una de las cualidades principales del ser humano es la sinceridad. Sinceridad que mucha gente desconoce, sinceridad que ni todos tienen, principalmente en un mundo donde muchos engañan al prójimo. No hay nada mejor de que la persona sea sincera.
Sinceridad es franqueza, es lealtad, y la lealtad cuando existe jamás desaparece. Si hubiese más sinceridad entre las personas, tendrían oportunidad de corregir sus fallas, pasarían a accionar correctamente, sin disimulos. Serían sinceras consigo y con los semejantes, no dirían una palabra por otra, jamás hablarían de lo que no sintiesen o actuarían de manera que no fuese sincera y bien pensada.
Cuando la persona auténtica está en un medio donde hay sinceridad, se siente bien. Pero cuando se encuentra en un ambiente donde hay hipocresía, donde el fingimiento abunda, se siente mal, pues no queda a voluntad, como queda en el hogar bien formado, donde dice lo que siente y oye lo que los familiares piensan.
En este mundo todo tiene su valor relativo, y no hay mayor valor que una gran amistad. La amistad, cuando sincera, es eterna, ella acompaña a la persona hasta dejar este mundo. Todo lo que parte del íntimo del individuo franco y leal debe ser valorizado. Lo que es externo no merece mayor atención, y muchas personas viven una vida de apariencias. Es preciso saber vivir, procurar justamente aquellas que son sinceras. Todo se puede hacer para que el espíritu evolucione, se sienta realizado durante la encarnación, y es por eso que estamos focalizando en particular, la sinceridad. Feliz es la persona que siente sinceridad en el medio en que vive.
Los espíritus vienen al mundo para hacer su evolución. Es importante, entonces, que las personas tengan la noción de que están aquí para vencer dificultades. La falta de sinceridad causa sufrimiento, sin duda. Aun, el hecho de que ciertos individuos dicen que sufren porque lo merecen, ni siempre causa buena impresión, y a nosotros mucho menos. El espíritu cuando encarna sabe que el sufrimiento hace parte del vivir terreno, pero no va a buscarlo por sus propios medios. Nadie quiere sufrir, el sufrimiento no agrada a nadie.
Es preciso no confundir sufrimiento natural con el sufrimiento provocado. Sea uno u otro, el ser humano crece al superar los sufrimientos, tanto los provocados por el mal empleo del libre albedrio, como la falta de franqueza de ciertas personas o los que surgen espontáneamente, como los accidentes terrenos ocasionales.
Por lo tanto, haya comprensión y honestidad entre las personas, porque habiendo honestidad hay lealtad en las acciones, sinceridad en los propósitos. Todos deben ser sinceros, justos y honestos, para que puedan aprovechar bien el pasaje por este mundo.
Luiz de Mattos
El Racionalismo Cristiano, doctrina filosófico-espiritualista implantada en la Tierra hace 103 años, progresa cada día. Se amplió el número de sus Casas, de militantes, y, consecuentemente, el número de asistentes que, en las reuniones públicas, oyen y estudian nuestras enseñanzas, porque todo en el Universo responde a las leyes evolutivas. En ese proceso, espíritus valerosos se sucedieron en la dirección de la Doctrina en el mundo físico y, de la misma forma, en el campo astral, porque, en determinado momento, el Espíritu Superior no consigue aproximarse más a la densa atmósfera fluídica de la Tierra. Fue lo que ocurrió con el espíritu de Antonio Cottas, que ascendió al mundo que le es propio.
El Racionalismo Cristiano está afincado en bases sólidas y progresará aún más. No decimos eso por vanidad, prepotencia o por juzgar a la Doctrina mejor que las demás filosofías espiritualistas existentes en la Tierra, pero por ser relevante para la humanidad la ardua y elevada misión de llevar nuestros principios doctrinarios a todos los seres humanos del planeta.
Los espíritus están en el mundo para evolucionar. Diremos, entonces, que es necesario que las personas tengan un vivir disciplinado, procediendo con moderación y ponderación en todos los actos de la vida cotidiana, respetando a los semejantes. Los espíritus encarnan con alta misión, con objetivos de lucha y trabajo en pro de todos los seres, y no con objetivos egoístas.
La evolución es obligatoria, pero debe ser conquistada a través de la educación del pensamiento y de los sentimientos. Sigan adelante por el camino de la vida de cabeza erguida, ciertos de que el cumplimiento del deber les traerá paz y serenidad. No se desanimen delante de las dificultades, sean resignados delante de los sufrimientos. Con humildad, reconozcan que mucho tienen que aprender sobre el esclarecimiento espiritual que la Doctrina explana y del cual se habla en nuestras Casas.
El esclarecimiento espiritual es el único camino para librar a los seres humanos de la materialidad embrutecedora reinante, de las ilusiones del mundo físico, estimulando a todos al raciocinio, a tener consciencia de sí mismos, a tener percepción de su esencia espiritual, de su composición como Principio Inteligente y Materia.
Tomen la dirección de sus vidas, conduzcan su vivir, escriban el futuro a través de la práctica del bien. Ese es el camino de la evolución espiritual, el camino que todas las partículas de la Inteligencia Universal encarnados deben trillar en la Tierra, un mundo escuela.
Por lo tanto, no desaprovechen, Fortalezcan sus espíritus diariamente, prepárense para la lucha que es el vivir de cada uno y alcanzarán la paz y serenidad.
Humberto Rodrigues