DOCTRINACIÓN DE ANTONIO COTTAS

En todo el mundo, nunca se habló tanto, nunca se oyeron tantas opiniones como en la época presente. Los seres humanos hablan demás, dan muchas ideas, pero casi siempre poco dicen y poco convencen. El mundo precisa más de acciones constructivas de que palabras vacías. Felizmente, la tecnología tuvo extraordinarios avances en los últimos tiempos. Para eso, ha contribuido en el Astral Superior espíritus que fueron exponentes del conocimiento científico en vida física, por medio de intuiciones que transmiten a los científicos de la actualidad.

Individuos que mucho hablan no son los que más dicen de útil, principalmente los pretensiosos, que creen tener las soluciones para todos los problemas. Así se comportan un sin número de personas. Las sensatas, sin embargo, hablan poco y piensan mucho, no dejándose engañar con facilidad.

La idea de que el dinero todo compra infelizmente domina la mayoría de los seres humanos.

Están en procura de los placeres ilusorios que la vida material ofrece. Por esa razón, el planeta se encuentra cada vez más conturbado. Que el dinero fácil corrompe muchas personas solamente los ciegos intencionales podrán negar. Pero no corrompe a las almas equilibradas, que, a pesar de todo, existen en buena cantidad encarnadas en la Tierra.

Las agruras de la vida incentivan a los seres humanos de buen sentido a tener acciones que conducen al progreso material y espiritual. ¿Por qué, entonces, se rebelan delante de los reveses? Procuren emitir pensamientos de valor mismo en los momentos más difíciles y aflictivos del vivir terreno, para formar un ambiente de paz espiritual en su entorno. Es preciso que mujeres y hombres estén aptos  y seguros para bien cumplir sus deberes, porque hoy, mañana y hasta mismo en existencias futuras los reflejos positivos de sus actitudes se harán sentir.

El Racionalismo Cristiano es una filosofía espiritualista que trata de la evolución del espíritu. La Doctrina habla a la razón y estimula la inteligencia, el raciocinio y la voluntad, para que sus estudiantes se perfeccionen cada vez más por el análisis de los hechos.

Esperamos que todos los que se interesan por el Racionalismo Cristiano analicen con sinceridad de propósitos sus principios espiritualistas. Cuando el individuo deja de lado la sinceridad también deja de ser honrado. Y el ser humano honrado es prudente, moderado, valeroso y justo. El análisis que hace de lo que pasa alrededor tiene la misma pureza de sentimientos revelados por las Fuerzas Superiores en sus contactos espirituales.

El Racionalismo Cristiano orienta a los seres humanos sobre la vida tanto en el plano físico cuanto en el campo astral, y continuará en su ruta esclarecedora con el pasar de los años. Todos deben mantener el pensamiento elevado, para religarse a las fuerzas del bien y de la virtud, pues todo lo que es negativo parte de individuos influenciados por el astral inferior. La verdad espiritualista defendida y divulgada por el Racionalismo Cristiano muestra la realidad de la vida, es la verdad que los seres humanos deben querer para sí mismos, siendo capaces de reafirmar lo que dicen, porque siempre dicen la verdad. Ese es el lema de hoy, de mañana y de siempre de las personas que se espiritualizan.

DOCTRINACIÓN DE HUMBERTO RODRÍGUES

Las personas deben enfrentar las dificultades naturales del mundo físico – los inevitables reveses de la vida – con vigor, coraje y actitudes positivas, sin flaquear y mucho menos rebelarse. Positividad es cualidad espiritual que posibilita a los seres humanos todo enfrentar de la mejor manera posible, dentro de los límites de las leyes evolutivas, pues milagros no existen. No deben esperar por ellos, pero si luchar por la solución de los problemas.

Muchos individuos no saben que la verdadera vida es la espiritual, y quedan dirigidos apenas para las conquistas de naturaleza material. Esos espíritus encarnados están olvidados por completo de los compromisos que asumieron en sus mundos de estadio. Todavía, muchos de ellos tienen gran capacidad emprendedora. Enfrentan luchas muy duras, que exigen elevada responsabilidad, no tornándose vanidosos, egoístas, prepotentes, arrogantes o ajenos a los semejantes más necesitados. Ellos ya han guardado en la camada mental inconsciente que el valor de la persona no es evidenciado por los bienes materiales que posee, sino por su esencia espiritual, que debe reunir cualidades del propio yo, representadas por las facultades y por los atributos espirituales desarrollados y acumulados en existencias pasadas.

Los espíritus no vienen a la Tierra para practicar el mal. Ocurre que existen espíritus de niveles diversificados de evolución encarnados en el planeta. Tal realidad deja ver la falta de esclarecimiento espiritual de muchos individuos que comienzan su camino evolutivo. Ese hecho asociado a la influencia perniciosa de espíritus del astral inferior que circulan por la densa atmósfera fluídica de la Tierra, lleva a los desatinos en el que observamos: guerras fratricidas, actos trastornados, violencias de todo orden, disputas desmedidas, corrupción generalizada. Son personas que se distancian de sus objetivos espirituales al dejarse llevar por los ilusorios atractivos materiales o por el engañoso poder de mando, los falsos apegos que no existen en los campos superiores de la espiritualidad, donde no caben mentiras, privilegios, hipocresías y deslealtades, los sentimientos negativos que infelizmente observamos en el día a día de mucha gente.

Es importante que el género humano haga su parte en el contexto evolutivo, educando pensamientos y mejorando sentimientos dirigidos para la práctica del bien. Vengar ofensas y cometer injusticias son actitudes impensadas que no contribuyen para el bien común.

Los propios individuos precisan concientizarse del papel que representan en la sociedad humana. Pensamientos y sentimientos inferiores no son apenas suyos, porque ellos se propagan en ondas vibratorias por la materia fluídica que envuelve el planeta, alcanzando otros seres que tienen las mismas afinidades, conforme establece la ley de atracción. Por imposición de la Ley de causa y efecto, esas corrientes negativas vuelven al origen. Luego, quien practica el mal hace mal a sí mismo.

Los seres humanos deben despertar para la realidad de las leyes evolutivas, a fin de escalar planos más elevados de evolución. Estarán contribuyendo para un mundo mejor, espiritualizado.

Traducido al español por Adelina González Bermúdez