Con raciocinio y voluntad fuerte usted puede tomar las riendas de la vida

          Las enseñanzas racionalistas cristianas son de gran valor para los seres humanos, teniendo en vista el carácter objetivo de sus conceptos y principios espiritualistas cuando son colocados en práctica en la vida cotidiana.

          Aunque, en su contenido filosófico, El Racionalismo Cristiano no dice lo que las personas deben o no hacer, cual es la decisión que precisan tomar ante las dificultades naturales por las que pasan en este mundo de escolaridad, donde todos aprenden con las lecciones de vida que él ofrece.

          Son las enseñanzas acerca del mundo de lo trascendente, y la comprensión de sus leyes evolutivas que posibilitan a los seres humanos mantener el equilibrio psíquico necesario al buen uso de los atributos y de las facultades espirituales, a fin de tomar buenas decisiones en el enfrentamiento y en la solución de los problemas de la vida, pues seguir por el camino de la moderación, ponderación y de justicia es propio de aquellos que tienen carácter bien formado.

          Es importante resaltar que ningún sufrimiento es eterno. En la vida todo pasa, porque el ser humano tiene la fuerza espiritual capaz de resolver todas las adversidades con que se enfrenta, como dijimos anteriormente. La superación de los obstáculos que la vida impone a todos es muy importante para el perfeccionamiento de la personalidad durante la existencia, que nunca ocurrirá sin esfuerzo, buena voluntad y, por encima de todo, consciencia espiritualmente esclarecida por el Racionalismo Cristiano.

          Además, la filosofía racionalista cristiana auxilia a las personas que, por haber hecho mal uso del libre albedrío, se dejaron seducir por los atractivos y siempre pasajeros del materialismo exagerado, reconduciéndolas a la trayectoria evolutiva que sus espíritus planificaron en los respectivos campos astrales de estadio al seguir en plano físico por el camino promisorio y reconfortante de la espiritualidad.

          Por lo tanto, tengan la certeza de que todo pueden enfrentar en este mundo al aplicar en lo cotidiano los principios y la disciplina recomendados por el Racionalismo Cristiano. Son principios que fortalecen al espíritu y normas de conducta que mantienen el equilibrio psíquico, a fin de que, con raciocinio lúcido y voluntad fuerte, aseguren con vigor las riendas de la vida, teniendo por delante un futuro promisorio.

Traducido al español por Adelina González Bermúdez