Lectura del mes – Agosto 2020

La importancia de le autorreflexión

Nada sucede por acaso, todo tiene su razón de ser. No hay efecto sin causa. No existen seres humanos perfectos. Son expresiones muy usadas en las casas racionalistas cristianas por los orientadores de las reuniones públicas y en la literatura espiritualista publicada por la Sede Mundial del Racionalismo Cristiano.

Ejemplos significativos contrarios a esas expresiones son las personas que piensan que solamente  ellas tienen razón en lo que dicen y hacen o que sus conductas son irreprochables. Crean defectos en todos de su alrededor, pero ignoran lo que traen de negativo en el subconsciente al mostrar el individualismo que caracteriza sus personalidades.

Auto-análisis hecho con imparcialidad y honestidad siempre revela que la perfección humana no existe. Quien se considera perfecto, generalmente, es quien más se equivoca, pues sólo observa  su lado egoísta, no consiguiendo ver el lado benévolo de los más próximos. De ahí la necesidad de que las personas hagan una auto-reflexión diaria, preferentemente en los quince minutos que anteceden a las irradiaciones de limpieza psíquica en los horarios recomendados, evaluando y juzgando  a sí mismos en esos momentos de  introspección, y nunca a los semejantes.

Analizar con cuidado las situaciones por las que pasan para aque sean resueltas a satisfacción, actitud que el Racionalismo Cristiano recomienda a cualquier persona, especialmente cuando tales casos envuelven a terceros, para que no sufran las consecuencias de los desatinos muchas veces cometidos sin cualquier chance de defensa por parte de los perjudicados.

En las casas racionalistas cristianas no se juzga a nadie. Queremos, si, fortalecer, esclarecer y espiritualizar a las personas que frecuentan nuestras reuniones públicas, sugiriendo que también lean los libros que la Sede Mundial publica, pues encierran en los respectivos contenidos la espiritualidad que el Racionalismo Cristiano defiende. No hay otro interés por parte de los porta voces del Racionalismo Cristiano que no sea el de la espiritualización de los seres humanos, a  instruir pueblos de estructura heterogénea y, por tanto, más adecuada a un mundo de escolaridad como es la Tierra.

La persona espiritualmente esclarecida siempre quiere mejorar el día a día de su existencia. Para eso, amplía el horizonte investigador de la personalidad, eliminando del cuerpo fluídico las imperfecciones en él existentes, consciente de que no es la única que detenta la razón en un mundo bajo el dominio de los valores absolutos de las leyes evolutivas, al contrario de los individuos que están demasiadamente envueltos en el relativismo de las emociones terrenas.

A los que asisten por primera vez a una reunión pública puede parecerles un tanto dura la manera como hablamos sobre la realidad de la vida. Pero no queremos engañar a nadie, prometiendo favores ilusorios espirituales en cambio de beneficios materiales por ventura recibidas, yendo al encuentro de lo que recomienda la disciplina racionalista cristiana a sus seguidores desde la fundación del Racionalismo Cristiano hace mas de un siglo. De forma desinteresada, queremos que las personas aprendan a vivir bien, colocando en práctica nuestras enseñanzas espiritualistas en lo cotidiano de sus vidas.

Antonio Cottas

 

Respeto no es individualismo

El respeto es fundamental en las relaciones humanas, tanto en la convivencia social y profesional como en lo conyugal y familiar. Es importante que el ser humano se respete a sí mismo y a los semejantes, que su modo de hablar sea atento y adecuado a cada ocasión, como deben ser recatadas las vestimentas si el ambiente lo exige, de la misma forma que el aseo corporal, sea en cualquier lugar y tiempo.

Tener comportamiento equilibrado y el control de los sentimientos y de las emociones es también importante, para que la forma de expresarse sea moderada, clara, precisa y objetiva, pues diálogo y entendimiento recíproco tienen gran relevancia en la convivencia respetuosa. Es preciso que las personas comprendan que hay diferentes formas de pensar y accionar, de enfrentar los reveces y dificultades, de divertirse y descansar, en fin, de encarar la vida. Son conductas que muestran los diferentes niveles de evolución  espiritual de los seres humanos.

Es natural la tendencia de las personas acercarse a aquéllas con quien tienen afinidades. Sin embargo, en el curso de la vida, todas se enfrentarán con individuos de opiniones contrarias a las que defienden como las más adecuadas a las circunstancias. Son procedimientos distintos percibidos en el plano físico, sea por auto imposiciones evolutivas hechas en los campos astrales de estadio, sea para eliminar del cuerpo fluídico errores cometidos en vidas pasadas o por características de la personalidad formada en la existencia en curso.

Respeto requiere comprensión y tolerancia, renuncia y desprendimiento. Las buenas relaciones humanas no aceptan el individualismo ni el egoísmo, pero acatan las opiniones divergentes y las manifestaciones de solidaridad. Siendo así, el concepto amplio de respeto alcanza al ejercicio de los atributos espirituales, como el del raciocinio, voluntad, dominio de sí mismo y de tantos otros que forman el carácter íntegro.

Por lo tanto, las buenas relaciones humanas implican respeto mutuo e imparcialidad de juicios o críticas, pues todos tienen imperfecciones a corregir y cualidades a mostrar. Preconceptos y discriminaciones son causas de conflictos en las relaciones, porque dificultan el uso del raciocinio con claridad, impidiendo que la persona entienda el punto de vista ajeno, que ni siempre está equivocado en relación a lo que un interlocutor piense. Evitar desavenencias contribuye al perfeccionamiento de la convivencia social y en el crecimiento espiritual de las personas, tornándolas más comprensivas y tolerantes.

Humberto Rodrigues

Traducido al español por Adelina González Bermúdez