COMUNICACIÓN DOCTRINARIA DE LUIZ DE MATTOS
Ni todos comprenden la vida como gustaríamos que comprendiesen. Casi siempre hay gran dosis de egoísmo y de vanidad a dominar al ser humano. El individuo egoísta y vanidoso solo ve a su persona, a sus intereses, solo ve lo que le agrada, aquello que lo satisface. En fin, solo ve lo que le conviene y nada más.
Todos tienen deberes a cumplir en la tierra, pues la vida es la misma para cualquier uno, llena de responsabilidades, llena de obligaciones. Las facilidades que nos usufructúan son provenientes de la manera correcta y metódica de accionar. Las dificultades que otros enfrentan son decurrentes de la vida desarreglada que llevan, sin método, sin disciplina. Se rebelan contra todo y contra todos, no son tolerantes, no son comprensivos, no saben vivir. Entonces, hay una explicación para las quejas de aquellos que viven lamentándose.
No hay privilegiados en el proceso evolutivo. Con su conducta, con su manera de pensar y de accionar correctamente, la persona adquiere bienestar espiritual y material, lo que para muchos parece un privilegio, pero no es. Si procedieren con acierto, si fueren correctos y disciplinados, tendrán las compensaciones. Viviendo como mucha gente vive, de modo liviano, no podrán tener si no lo que sembraren.
El trabajo es necesario, porque sin el no puede haber equilibrio espiritual. El ser indolente piensa en lo que no debe, se torna un inútil. Todos deben trabajar de acuerdo con sus vocaciones, procurando producir. Es produciendo que se tornan útiles y se sienten realizados.
Por lo tanto, repetimos, la vida es igual para toda la gente. Sepan vivir y, sobretodo, sepan pensar, pensar en los semejantes como seres humanos, y no como enemigos, mirando a las personas en torno de sí como seres que están en este mundo luchando, trabajando y sufriendo igualmente. No procuren en ellos solamente defectos, olvidando sus cualidades. Todo depende de la manera di vivir y de comprender la vida. Por eso, no nos cansamos de enseñar a los que procuran nuestras Casas la noción exacta del vivir, para que sean comprensivos, para que se sientan realizados y vivan en paz.
Sepan, por lo tanto, pensar bien. Dejen de ser egoístas, vanidosos, pretenciosos. Sean simples, comedidos, correctos y sensatos en el pensar y en el accionar, y todos serán felices.
COMUNICACIÓN DOCTRINARIA DE ANTONIO COTTAS
Los seres humanos al encarnar tienen un objetivo de vida: caminar en búsqueda del progreso espiritual. No obstante, ni todos se esfuerzan para alcanzarlo, quedando, en la mayoría de las veces, perdidos en el camino. Vida, en el sentido de progreso espiritual, es alegría interior, es comprensión, es paz, que no pueden existir sin pensamientos volcados para el bien.
El mundo se encuentra en un periodo de inseguridad e incertidumbre. Hasta cuando eso perdurará es difícil prever, en el momento en que tantas fuerzas negativas lo dominan. Así siendo, no adelantan las suposiciones y, mucho menos, vivieren los seres humanos a lamentarse, a maldecir de todo y de todos. Lo que importa es poner el raciocinio en acción. Deteniéndose para raciocinar, con más facilidad llegarán a conclusiones exactas, pues todo en esta vida tiene su razón de ser.
Para aquellos que estudian, que raciocinan, lo que ocurre actualmente en el planeta no es novedad. No es sorpresa para los que conocen esta Doctrina hace muchos años, porque de cierta forma la humanidad fue avisada. Para nosotros, nada nos sorprendió en nuestra vida física. Si tuvimos luchas y grandes dificultades para superar, no llegamos, jamás, a desanimarnos. Luchamos mucho, trabajamos incansablemente para resolver los problemas que surgían. Nunca nos sentimos cansados, nunca blasfemamos, nunca humillamos a lo que, diciéndose amigos, nos traicionaran, nos calumniaran. Muchas cosas nos hicieron sufrir, pero no abrigábamos sentimientos inferiores, como odio o venganza. El sentimiento que guardábamos fue siempre saludable, con intensa voluntad de ayudar a los infelices que nos querían perjudicar. El tiempo es gran amigo, en la vida todo pasa.
Así acontece con muchos seres que viven en la Tierra. Poseen un enemigo oculto, escondido por detrás de una persona que consideran un gran amigo. Hablamos en tesis, porque la humanidad está sujeta a la falsedad y a la hipocresía de los inescrupulosos. Pero nada de eso tiene importancia para quien sabe irradiar, para quien tiene el coraje de repeler del pensamiento, de su recuerdo, los malos fluidos, los falsos amigos. Por eso, caminen de frente erguida, eleven el pensamiento, para alejar aquellos que les desearen herir con su despecho, con su envidia, con su mala influencia astral.
El Racionalismo Cristiano enseña a las personas a defenderse de los enemigos, vengan de donde vinieren, salgan de donde salgan. Esta Doctrina orienta – como nos orientó – a ser fuertes, a ser desprendidas, a desligarse de los falsos amigos, que no dan valor a lo que la vida tiene de mejor, la amistad, que es el relacionamiento sano entre dos seres, sin amarguras, sin quejas.