DOCTRINACIÓN DE LUIZ DE MATTOS
El Racionalismo Cristiano tiene la responsabilidad de esclarecer lo que es la vida espiritual. Es importante que la humanidad aprenda las enseñanzas suministradas en las casas racionalistas cristianas, aunque no se pueda olvidar que el esclarecimiento no se impone. Siendo de gran valor en la vida de los seres humanos, en posesión del conocimiento de los principios de la doctrina racionalista cristiana todos estarán en condiciones de dar nuevo rumbo a las vidas espiritual y material, respectando a la familia, cumpliendo deberes, dedicándose al trabajo, pues es trabajando honestamente que cada uno podrá alcanzar efectivamente su progreso.
La Doctrina no engaña a nadie, dice lo que debe ser dicho, para que todos comprendan lo que andan haciendo en este mundo, en que hay mucha maldad, mucha mentira, mucha desunión, mucha deslealtad, y donde faltan amistades sinceras.
Hay también momentos bien difíciles en la vida de los seres, momentos que hacen con que las personas se sienten angustiadas, infelices. Es que la existencia humana está llena de peripecias y sorpresas, ni siempre agradables, como los desengaños, la pérdida de entes queridos, los sufrimientos, pero a los cuales todos están sujetos, todavía que en la vida todo pase con el tiempo.
El Astral Superior mucho hace por la limpieza psíquica de las personas y del medio fluídico de la atmósfera terrestre. Todavía, existen el libre albedrío y los diferentes grados de evolución de los espíritus encarnados. Por eso, las actitudes son tan diversificadas, a pesar de los más serios problemas humanos difieren poco entre sí.
El ser, cuando no tiene noción de lo que es como Fuerza y Materia, muchas veces, al desencarnar, permanece en el astral inferior perturbando los todavía encarnados que lo atraen con pensamientos afines.
Cualquier uno puede tornarse víctima de las vibraciones espirituales que se cruzan en el medio fluídico terrestre, porque todas las personas –todas- son médium intuitivos, aunque haya varias otras modalidades mediúmnicas.
Por eso, recomendamos siempre mucho cuidado con los pensamientos. Sean cumplidores de sus deberes y dejen de lado los defectos ajenos, porque perfección en la Tierra no existe. Es obligación de cada uno observar sus fallas de carácter y corregirse.
Hagan la limpieza psíquica diariamente en sus hogares en las horas recomendadas, y no en cualquier lugar ni a cualquier pretexto. Caminen con pasos firmes y de frente erquida, colaborando para el bien general de la humanidad.
El éxito en la lucha por la vida requiere pensamientos elevados y mucho entendimiento mutuo. Aprendan a vivir con inteligencia y valor, para que puedan disfrutar de salud del cuerpo y del espíritu juntamente con sus familias, alcanzando progreso tanto material cuanto espiritual. El objetivo deseado deberá ser construido con trabajo homesto y mucho esfuerzo, porque las victorias que engrandecen al espíritu en la lucha por la vida nunca advienen de suerte o de milagros, pues, como saben, esos factores no existen.
Las conquistas valerosas son producto del trabajo arduo y continuo, lo que es siempre colocado a la distancia por los indolentes.
Oigan con atención lo que decimos, lean los libros editados por el Racionalismo Cristiano, reeduquen la voluntad, no se ilusionen con las cosas materiales. Analicen con inteligencia la situación en que se encuentran, procuren en si mismo la causa, el porque de todo lo que les sucede, y, así aprenderán a vivir con alegría.
DOCTRINACIÓN DE ANTONIO COTTAS
Uno de los preceptos del Racionalismo Cristiano es que no podemos imponer nuestra filosofía a nadie, ni mismo a nuestros familiares y amigos, pues cada uno sigue la línea filosófica que quiere seguir y va donde quisiere. Nuestro objetivo es llamar la atención de los que más precisan de orientaciones y consejos espiritualistas, mostrándoles como se puede usufructuar de un vivir tranquilo y seguro. Pero los seres humanos poseen libre albedrío, que ha de ser respetado.
Enseñamos que el pensamiento tanto construye como destruye el vivir de las personas. Esclarecemos que estarán construyendo solidamente su futuro los que supieren pensar, encuanto lo contrario sucede a los que dan poca atención al poder del pensamiento y de la voluntad, permitiendo su debilitamiento.
Se acostumbra decir que los seres vienen al mundo para vivir, trabajar y morir. La palabra muerte, no obstante, es muy vaga al definir la transitoriedad de la vida en la Tierra, porque la llamada muerte del cuerpo no significa el fin de todo. Conforme las leyes de la naturaleza, despues de la desencarnación del espíritu, tiene inicio la descomposición del cuerpo físico. Las moléculas van a formar otros cuerpos, en cuanto el espíritu, de acuerdo con esas leyes naturales e inmutables, tendrá que prepararse para más un vivir terreno o proseguir su evolución en plano espiritual más elevado. Por lo tanto, el espíritu evoluciona y la materia se transforma.
La Tierra no se constituye en morada permanente para los espíritus. Es un mundo escuela, necesario para que los seres humanos aprendan con las lecciones que proporciona. Para unos, las venidas aqui son muchas, porque no aprovechan casi nada en cada estadía. Para otros, las venidas son en menor número, porque se esfuerzan mas, lulchan por su progreso espiritual y material. Suponer que solamente los que frecuentan las casas racionalistas crfistianas consiguen evolucionar es un error. Muchos seres, mismo no conociendo la Doctrina, pero dotados de inteligencia y de bagaje espiritual resultante de las encarnaciones anteriores, progresan confiantes en si mismos, sintiendo la Fuerza que los impulsiona en el planeta. Otros, sin embargo, encontrando encondtando mayores dificultades en su vivir, precisan de orientaciones, necesitan de quien les de apoyo y ayuda para encontrar el camino cierto.
He ahí la importancia del Racionalismo Cristiano: con nuestras explanaciones y lectura atenta de las obras que edita, las personas pueden dar un nuevo rumbo a la vida. Pero, todos tienen deberes a cumplir. No importa si lo que hoy saben fue resultado de la frecuencia a nuestras Casas, de la lectura atenta de nuestros libros o si trajeron en bagaje espiritual. De una o de otra manera aprendieron con esfuerzo propio, con las grandes lecciones del vivir terreno.
El ser humano que desea aprender, que quiere evolucionar, y no estacionar, está siempre recogiendo una lección, aprendiendo algo nuevo que ignoraba. Sabe que todo lo que consiguiere aprender mucho va usufrutuar en el futuro, para su bienestar y progreso espiritual. Por eso, donde quiere que se encuentre, debe dar la debida atención a lo que acontece para tener conciencia de lo que vió, de lo que oyo y, analizando los hechos, llegar a la conclusión de lo que es cierto o errado.
Por lo tanto, procuren caminar de cabeza erguida, luchar siempre y vencer. Ese es el camino del progreso material y de la evolución espiritual.
Traducido al español por Adelina González.