Lectura del mes – mayo 2006

Los seres humanos viven atontados, diciendo y haciendo cosas sin nexo, poco aprovechables, perdiendo tiempo, podemos decir. Así caminan, tontos y sin responsabilidad, no percibiendo que todo en su alrededor es Vida, es Sentimiento, es Luz y Sabiduría. Los ignorantes de la vida fuera de la materia desconocen las cosas serias del vivir terreno: unos no teniendo oportunidad de estudiar la vida más allá del túmulo, otros, solo queriendo saber lo que les satisface a los sentidos.

Cuando alguna cosa de serio surge, los seres pasan de largo, y acostumbran hasta decir que no quieren perder tiempo. Infelizmente así es, y en ese caminar se perjudican, se apartan de las buenas costumbres, de todo lo que podría hacerlos felices, ayudando a otros también a ser felices.

La importancia que las personas dan a las cosas de la materia les perjudica al espíritu, a la sensibilidad, porque solo vienen y solo sienten lo que en realidad tiene poco valor. Una vida no puede ni debe ser desperdiciada, porque el tiempo pasa y la desencarnación se va aproximando. Muchas veces el espíritu parte con sentimiento de culpa, y vuelve a encarnar.

Pocas son las personas que evalúan de hecho lo que sea la vida espiritual. La mayoría se confunde, embarulla todo, porque realmente no está preparada, no se esclareció, no estudió para comprender lo que sea la vida fuera de la materia. Entonces, el tiempo pasa, los años corren, el cuerpo envejece y el ser desencarna. Pero el espíritu, la partícula de luz, permanece, para una nueva vida, para nuevos trabajos, nuevas amarguras, nuevos disabores.

Generalmente, lo que se presenta a los ojos y a los sentidos de los seres humanos embrutece a la mayoría. No habiendo cierta comprensión de la vida real, las personas se dejan absorber por todo lo que las va a infelicitar. Entonces, vienen las quejas, las lamentaciones, las incomprensiones.

El Racionalismo Cristiano esclarece todos estos puntos. A través de sus obras, indica el camino para una vida mejor. La cuestión es estudiar y querer aprender, observar, guardar y poner en práctica las lecciones.

Se acostumbra afirmar que los Principios explanados son tan viejos cuanto el mundo. No había, es claro, la comunicación que hay hoy, no se habían formado núcleos como los que existen, pero los Principios son siempre los mismos, no hay novedades, por lo tanto. Todas las personas son médium en potencia, reciben intuiciones a toda hora, en todo momento. Unas desenvuelven más la Mediumnidad y transmiten lo que viene del espacio. Cuando saben captar intuiciones benéficas, son instrumentos útiles dentro de la sociedad. Pero, cuando mantienen pensamientos negativos, quedan a merced de su libre albedrío y de la asistencia del astral inferior. Explicamos todo eso, no solo durante las Sesiones Públicas de Limpieza Psíquica en nuestras Casas como por cartas, o por que medio fuere, siempre para enseñar a los seres humanos a comprender lo que es la vida fuera de la materia, tan poco estudiada y tan mal comprendida.

Queremos que los seres humanos se estimen, no cultiven sentimientos como la vanidad y el preconcepto, porque apartan a los individuos unos de otros. Deseamos que se unan por una causa noble, como es el Racionalismo Cristiano, por ejemplo. El trabajo espiritual que se tiene por delante es infinito, arduo, no es solo de la generación presente. Fue de las generaciones del pasado y será para las generaciones futuras.

Por lo tanto, es preciso que comprendan la Doctrina, sepan respetarla, acepten sus Principios y los pongan en práctica, en cualquier lugar donde estén.

Luiz de Mattos

 

 

En el Racionalismo Cristiano no se juzga a nadie. La Doctrina esclarece, para alertar a los seres humanos sobre las cosas serias de la vida.

Las personas pueden ser buenas o malas, dependiendo de la manera de pensar y accionar. Si no supieren irradiar buenos pensamientos, estarán atrayendo espíritus inferiores. Entonces, practican actos de los cuales van arrepentirse, actos que, muchas veces, no querían cometer, pero fueron llevadas a practicar.

Acontecimientos desagradables no faltan, y ni faltarán, jamás, porque las criaturas todavía no saben pensar. Atraen cosas desagradables para si y para la familia. Aquellos que tienen un hogar a vigilar, precisan estar concientes de que no es con malos pensamientos que van a mejorar la situación familiar. La vida es difícil para todos, principalmente para los que no saben como accionar.

Por eso, decimos siempre que todo tiene una causa, cuando acontece. Si la persona sabe pensar, sabe elevar los pensamientos, estará siendo beneficiada por los efluvios que nosotros, de la Pléyade del Astral Superior, lanzamos en el mundo Tierra.

Así siendo, amigos, luchen para vencer en la vida. Cuando hablamos vencer en la vida, eso no significa acumular riqueza. Muchas veces, las personas acaudaladas son infelices, porque siendo gananciosas solo piensan en el dinero, y ese pensamiento revierte en su maleficio.

Aquellos que quieren tener una vida mas tranquila, sin dificultades, precisan saber pensar y accionar, pues todo depende de si propios, de su manera de ser.

En nuestras explanaciones, repetimos siempre las mismas palabras, para sacudir a los seres humanos. Si vienen a nuestras Casas es para aprender alguna cosa, para salir beneficiados por las orientaciones de la Pléyade del Astral Superior. Con voluntad férrea, todos pueden tener éxito en sus proyectos.

A partir del momento en que el Racionalismo Cristiano se propone a lanzar estos enseñamientos, nuestras Casas van expandiéndose por el mundo afuera. Tres veces por semana las Casas filiales se abren para esclarecer a la humanidad, para orientar a los que llegan no solo para escuchar, pero realmente para aprender lecciones, dadas siempre en beneficio de la colectividad. Entonces, que ese beneficio se propague, que llegue a los hogares, muchos hoy en día totalmente destruidos. Que nuestras palabras puedan legar por los libros editados, pues la criatura que se propone a leerlos va aprender mucho, haciendo de la lectura un hábito.

Lamentamos cuando algunas personas vienen a nuestras Casas, no aprenden nada, salen y no vuelven. La frecuencia es importante, porque frecuentando a nuestras Casas con perseverancia irán esclareciéndose, para tener días mejores en el futuro. Son esos días venturosos que nosotros queremos para todos. Así siendo, vengan para aprender, para beneficiares física y espiritualmente.

Antonio Cottas