Lectura del mes – mayo 2011

DOCTRINACIÓN DE LUIZ DE MATTOS

Falta de educación y de respeto al semejante es lo que se verifica en los días de hoy. Niños y jóvenes precisan de escuelas eficientes, de profesores preparados, de verdaderos educadores. Enseñar al niño, eso es más que sabido, es como grabar en mármol. Si niñas y niños no observan comprensión, cariño y respeto a su alrededor, no tienen buenos ejemplos ni se sienten seguros. La primera escuela es el hogar; entre padres e hijos debe existir comprensión y respeto mutuo, orden y disciplina desde la cuna, pues la criatura lleva para el colegio lo que observa en el hogar.

El Racionalismo Cristiano surgió con la finalidad de esclarecer y educar a los seres humanos, apuntándoles el camino de la espiritualidad a seguir. Las miserias que se observan en el mundo reflejan el estado de alma de la mayoría de sus habitantes. Ya no queda duda que la perturbación síquica tomó cuenta de la humanidad y que el sentimiento de paz solamente podrá florecer cuando fuere despertado en la conciencia del individuo. Siempre decimos – y no nos parece demás repetir – que no hay milagros, promesas o hechos sobrenaturales. Todo es evolución continua, y el ser humano tendrá que evolucionar espiritualmente, más temprano o más tarde. Cuanto más rápido, mejor!

El progreso depende del esfuerzo que todos hagan para alcanzarlo. Sin sacrificio, sin trabajo, nada podrán conseguir. La vida es buena, por mayores que sean las privaciones que ella imponga; lo que es necesario es saber vivirla con inteligencia y buen sentido, aprovechando bien el tiempo que pasaren en la Tierra. Tiempo perdido impone recuperación, que es siempre más difícil de obtenerlo de que las oportunidades aprovechadas.

Procuren despertar para la realidad de la vida, orientando a los familiares de acuerdo con los conocimientos que la doctrina racionalista cristiana ofrece. Hagan con regularidad la limpieza síquica que sugerimos, practicando la higiene del espíritu, que es tan necesaria cuanto la higiene del cuerpo. Síquicamente limpios, podrán luchar por días mejores, sin temer las dificultades que, en la mayoría de los casos, son necesarias a la evolución del espíritu. El estudio de la Doctrina facilita mucho el trabajo de las personas, en el planeta depurador de almas que es la Tierra. No hay quien no sienta los beneficios resultantes de ese estudio cuando puesto en práctica, sobre todo al cultivar el hábito sano de hablar menos e accionar más.

Comprendan, entonces, el alcance de nuestras palabras, reeducando la voluntad en el sentido de la virtud. Tengan siempre presente el cumplimiento del deber, realizando buenas obras, siendo honestos en la expresión de la palabra. Generen un ambiente de paz y armonía, para que las Fuerzas Superiores los puedan irradiar e intuir ya sea en las casas racionalistas cristianas, sea en los hogares, en las escuelas y en toda parte donde estuvieren seres humanos bien intencionados.

 

 

DOCTRINACIÓN DE ANTONIO COTTAS

Educar es obligación que precisan tomar a serio todos los que tienen hijos. Muchos problemas que traen sufrimientos son oriundos de la falta de disciplina en el hogar. Siempre que tenemos oportunidad, hablamos de la importancia de la orientación del matrimonio, y principalmente, en las grandes responsabilidades que la mujer tiene frente al espíritu que la escogió para engendrar y cuidar de su cuerpo físico durante la infancia y la juventud.

La doctrina racionalista cristiana valoriza a la mujer en el seno de la familia, recordando que debe tener formación moral elevada, para que transmita a los hijos valores espirituales que puedan conducirlos por el camino del bien. Las virtudes del espíritu deben también ser mostradas al cónyuge desatento a las obligaciones familiares. ¡Cuántas y cuántas mujeres reeducan a sus maridos con perseverante tranquilidad, para que haya armonía y entendimiento en el hogar, transformándolo en escuela de perfeccionamiento espiritual y moral!

Madres y esposas que se vuelven exclusivamente para intereses de orden material arrastran consigo maridos e hijos por los meandros oscuros y tortuosos del materialismo, y eso no debe ocurrir. El materialismo exacerbado sólo trae problemas de orden espiritual, pues hace con que las personas se apeguen a lo que no tiene valor y cometan toda clase de errores.

Sabemos que el espíritu no tiene sexo. Encarna en un cuerpo femenino o masculino, conforme la conveniencia evolutiva. Cuando el espíritu escoge un cuerpo femenino para determinada encarnación tiene conciencia en su mundo de preparación de las responsabilidades que asumirá al encarnar. ¡Cuantos espíritus pierden la encarnación por no saber desempeñar su papel de mujer o de madre en la Tierra!

Por lo tanto, mujeres, despierten para sus responsabilidades, porque el mundo necesita de seres equilibrados, que van a la lucha y saben dar valor a lo que valor tiene. El Racionalismo Cristiano se propone enseñar a mujeres y hombres a progresar espiritualmente, para que la humanidad tenga un poco más de paz en su vivir.